jueves, 12 de diciembre de 2013

Aristóteles muy resumido

Vídeo donde se contextualiza a Aristóteles en su contexto histórico y se habla de lo más destacado de su biografía y su filosofía. Pero muy muy resumido. Puede sernos útil para hacernos un esquema muy general de sus teorías o ver cuáles son los aspectos más importantes.


martes, 19 de noviembre de 2013

Niños aprendiendo lenguaje de signos

Una profesora de niños de 5 años decidió aprender con ellos lenguaje de signos y grabar un vídeo, demostrando todo lo que habían aprendido, cantando una canción con sus manos.
Es un vídeo precioso y divertidísimo, y os recomiendo verlo.



Y aquí os dejo otro vídeo en el que se les hace una entrevista a los niños, la profesora y la experta en lenguaje de signos que les ayudó, donde nos cuentan cómo surgió la idea, y cómo se llevó a cabo el proyecto.

lunes, 28 de octubre de 2013

El demiurgo en la filosofía platónica



Este término procede del griego "demiourgós" y se usaba para referirse a todo aquel que se dedicaba a los trabajos propios de los pueblos, desde los artesanos a los herreros. Es el nombre con el que Platón se refiere en su cosmología (Timeo) al hacedor del universo  que ordena la materia preexistente  tomando como modelo la perfección y la belleza del mundo de las Ideas.
El Demiurgo genera las cosas naturales contemplando las Ideas. Fundamentándose en ellas como bocetos, intenta plasmarlas o realizarlas en la materia, del mismo modo que un artesano intenta fabricar una mesa viendo el dibujo de una mesa.
Por tanto, la materia informe y las Ideas son anteriores a la acción del Demiurgo. Esto nos hace darnos cuenta de que este planteamiento no tendría nada que ver con la concepción cristiana, para la cual Dios crea el mundo de la nada. El demiurgo no es un creador en el sentido tradicional: no es él quien crea el mismo universo, porque carece de esta capacidad. Más bien, es el que permite ordenarlo, darle forma tras el caos inicial. Por ello la expresión 'demiurgo' es perfecta para describirlo: al igual que un artesano no crea los componentes con que construirá sus obras, sino que únicamente los mezcla y los acomoda para su mejor finalidad, el demiurgo sólo utiliza los materiales que ya existen en el cosmos para edificarlo con arreglo a las ideas.
A pesar de todo, el Demiurgo, igual que el Dios cristiano, tiene una dimensión providencial pues produce las cosas naturales introduciendo en éstas una finalidad, aspiración o apetito que les lleva a buscar siempre su propia perfección.
El concepto de demiurgo en Platón puede verse como sólo un artificio, un instrumento que permite la compresión del universo;  Aristóteles ya dijo que era únicamente "una metáfora poética".  Ha habido muchas  interpretaciones de esta doctrina platónica.  Ferrater Mora expone una completa lista de ellas: 

"(1) La narración de la producción del mundo por el demiurgo debe ser tomada "en serio", como una descripción lo más literal posible, aunque empleando forzosamente un lenguaje figurado, del origen del universo. (2) Es una narración que debe ser interpretada como un simple "mito verosímil". (3) La doctrina del demiurgo es accesible a todos, porque todos conocen al hacedor del mundo de alguna manera. (4) Se trata de una doctrina esotérica, comunicable solamente a unos pocos. (5) El demiurgo y Dios son lo mismo, habiendo, por lo tanto, en Platón una doctrina monoteísta, ocultada solamente por su sumisión al lenguaje ordinario que le hace hablar también de los dioses, en plural, y aun de una subordinación de estos dioses al demiurgo. 6) El demiurgo es "solamente" un dios entre otros, si bien es el dios supremo y el "padre" de todos ellos. (7) El demiurgo crea verdaderamente el mundo, pues el devenir no tiene existencia ontológica independiente y ha surgido como consecuencia de la actividad demiúrgica. (8) El demiurgo se limita a combinar elementos preexistentes, al modo del artífice. (9) El demiurgo hace 'libremente" el mundo. (10) El demiurgo no hace sino "lo que debe ser". (11) El demiurgo es un objeto de adoración religiosa. (12) El demiurgo es un objeto de especulación filosófica".

Pero se entienda como se entienda, lo que está claro es que no se puede identificar con un Dios creador como el cristiano. Sólo ensambla el universo de la forma más bella y perfecta posible, tomando como modelo las Ideas del mundo inteligible.

martes, 8 de octubre de 2013

Esquema Presocráticos

LOS PRESOCRÁTICOS

Se llama presocráticos a los filósofos griegos anteriores a Sócrates; son los pensadores que viven desde finales del siglo VII a.C. hasta acabar el siglo V a.C.
Aristóteles llama a estos pensadores los físicos, porque hacen una física con método filosófico. Los presocráticos toman una actitud frente a la naturaleza que rompe con las explicaciones anteriores, que son mitológicas; pretender decir qué es la naturaleza, y a esta pregunta no se puede responder con el mito, sino con la filosofía.


Os pongo aquí un cuadro que resume y organiza a los diferentes filósofos presocráticos en relación a qué escuela pertenecían y los relaciona con el principio que defendían. Os va a ser muy útil para tener claros a estos pensadores.



lunes, 30 de septiembre de 2013

¡¡Ánimo con la Filosofía!!



Os pongo aquí unos fragmentos de un libro de Michel Onfray, que creo que es muy cierto y os puede dar ánimos para afrontar por primera vez la asignatura de filosofía.

"Se os ha prevenido contra la asignatura (filosofía): no sirve para nada, no se entiende lo que cuenta el que la enseña, acumula preguntas sin dar nunca respuestas, a menudo se reduce a la copia de un curso dictado y a los dolores de muñeca asociados, etc. No os equivocáis del todo, a menudo ese es el caso. Pero tampoco tenéis razón completamente, pues no siempre es verdad...
Tenéis razón: francamente la filosofía puede fastidiar a su público... En primer lugar, cuando hace uso, pero sobre todo, cuando abusa de términos complicados: ataraxia, fenomenología, noúmenos, eidética, y otros términos imposibles de pronunciar, memorizar o utilizar. Después, cuando se entusiasma por cuestiones que parecen carentes de interés o ridículas: ¿por qué hay algo más bien que nada?
(...)
Pero también puede que no tengáis razón completamente: la filosofía puede practicarse con auténtico placer. Ante todo, precisemos que el vocabulario técnico o especializado puede ser necesario. Se le concede sin problemas al médico o al mecánico que pueden hablar, el uno de una arteriola, el otro de un balancín, sin suscitar el reproche: en ocasiones el empleo de vocabulario especializado puede revelarse indispensable.
(...)
En cuanto a las cuestiones aparentemente extravagantes, podéis tener razón: algunas solo provienen de personas que se especializan excesivamente en la disciplina. A vosotros no os acecha ese peligro... Dejádselo a los verdaderos aficionados. ¿Y por qué no vosotros, cuando tengáis varios años de filosofía a vuestras espaldas? Sea como fuere, la filosofía no se reduce solo a la práctica de debates especializados. Comenzad por intentar resolver las cuestiones que os planteáis en vuestra vida cotidiana, la filosofía está para eso. El curso de filosofía puede y debe contribuir a ello.
Por último, efectivamente podéis sentir, en un momento dado de vuestro bachillerato, que os derrumbáis bajo el peso de las cuestiones y que, comparadas, las respuestas parecen menos evidentes, menos fáciles. Tendréis motivo: a lo largo del curso se da un periodo en el que muchas ideas comunes que provienen de vuestros padres, de vuestro medio, de vuestra época se desmoronan y dan paso a un desierto angustioso. No dejéis por eso de recorrer vuestro camino filosófico. Al contrario. Solo si perseveráis podréis superar ese estado de inquietud hasta comenzar a experimentar un auténtico placer en resolver problemas filosóficos personales y, posteriormente, generales.
(...)
La filosofía tiene tras sí casi treinta siglos de pensamiento y pensadores (…). Esos sistemas de pensamiento, esas ideas, esos hombres proponen suficientes preguntas y respuestas como para que saquéis provecho de un libro, un texto, de unas páginas o una figura cimera de ese universo singular.
En los programas oficiales se transmiten valores seguros, clásicos. La mayoría de las veces alteran poco el orden social, moral y espiritual, cuando no lo fortalecen claramente. Pero también existen, y en cantidad muy
considerable, filósofos marginales, subversivos, raros, que saben vivir, reír, comer y beber, a los que les gusta el amor, la amistad, la vida en todas sus formas (…). No imaginéis, porque se os presenten prioritariamente pensadores poco excitantes -o porque el profesor que os los transmita tampoco parezca excitante-, que toda la filosofía se reduce a siniestros personajes o tristes individuos tanto más dotados para pensar como para ser torpes en la vida y desfasados en la existencia. La filosofía es un continente lleno de gente, de personas, de ideas, de pensamientos contradictorios, diversos, útiles para el éxito de vuestra existencia, a fin de que podáis regocijaros continuamente en vuestra vida y construirla día tras día. A vuestro profesor le corresponde proporcionaros el mapa y la brújula, a vosotros trazar vuestro camino en esta geografía farragosa, pero apasionante. Buen viaje..."

viernes, 21 de junio de 2013

El día que acabó la crisis, una reflexión muy interesante

Interesante reflexión a cerca de la crisis que estamos sufriendo (hecha por Concha Caballero y publicada en El País), que puede hacernos pensar y repensar muchas cosas:

El día que acabó la crisis

Cuando termine la recesión habremos perdido 30 años en derechos y salarios

Un buen día del año 2014 nos despertaremos y nos anunciarán que la crisis ha terminado. Correrán ríos de tinta escritos con nuestros dolores, celebrarán el fin de la pesadilla, nos harán creer que ha pasado el peligro aunque nos advertirán de que todavía hay síntomas de debilidad y que hay que ser muy prudentes para evitar recaídas. Conseguirán que respiremos aliviados, que celebremos el acontecimiento, que depongamos la actitud crítica contra los poderes y nos prometerán que, poco a poco, volverá la tranquilidad a nuestras vidas.
Un buen día del año 2014, la crisis habrá terminado oficialmente y se nos quedará cara de bobos agradecidos, nos reprocharán nuestra desconfianza, darán por buenas las políticas de ajuste y volverán a dar cuerda al carrusel de la economía. Por supuesto, la crisis ecológica, la crisis del reparto desigual, la crisis de la imposibilidad de crecimiento infinito permanecerá intacta pero esa amenaza nunca ha sido publicada ni difundida y los que de verdad dominan el mundo habrán puesto punto final a esta crisis estafa —mitad realidad, mitad ficción—, cuyo origen es difícil de descifrar pero cuyos objetivos han sido claros y contundentes: hacernos retroceder 30 años en derechos y en salarios.
Un buen día del año 2014, cuando los salarios se hayan abaratado hasta límites tercermundistas; cuando el trabajo sea tan barato que deje de ser el factor determinante del producto; cuando hayan arrodillado a todas las profesiones para que sus saberes quepan en una nómina escuálida; cuando hayan amaestrado a la juventud en el arte de trabajar casi gratis; cuando dispongan de una reserva de millones de personas paradas dispuestas a ser polivalentes, desplazables y amoldables con tal de huir del infierno de la desesperación, entonces la crisis habrá terminado.
Un buen día del año 2014, cuando los alumnos se hacinen en las aulas y se haya conseguido expulsar del sistema educativo a un 30% de los estudiantes sin dejar rastro visible de la hazaña; cuando la salud se compre y no se ofrezca; cuando nuestro estado de salud se parezca al de nuestra cuenta bancaria; cuando nos cobren por cada servicio, por cada derecho, por cada prestación; cuando las pensiones sean tardías y rácanas, cuando nos convenzan de que necesitamos seguros privados para garantizar nuestras vidas, entonces se habrá acabado la crisis.
Un buen día del año 2014, cuando hayan conseguido una nivelación a la baja de toda la estructura social y todos —excepto la cúpula puesta cuidadosamente a salvo en cada sector—, pisemos los charcos de la escasez o sintamos el aliento del miedo en nuestra espalda; cuando nos hayamos cansado de confrontarnos unos con otros y se hayan roto todos los puentes de la solidaridad, entonces nos anunciarán que la crisis ha terminado.
Nunca en tan poco tiempo se habrá conseguido tanto. Tan solo cinco años le han bastado para reducir a cenizas derechos que tardaron siglos en conquistarse y extenderse. Una devastación tan brutal del paisaje social solo se había conseguido en Europa a través de la guerra. Aunque, bien pensado, también en este caso ha sido el enemigo el que ha dictado las normas, la duración de los combates, la estrategia a seguir y las condiciones del armisticio.
Por eso, no solo me preocupa cuándo saldremos de la crisis, sino cómo saldremos de ella. Su gran triunfo será no sólo hacernos más pobres y desiguales, sino también más cobardes y resignados ya que sin estos últimos ingredientes el terreno que tan fácilmente han ganado entraría nuevamente en disputa.
De momento han dado marcha atrás al reloj de la historia y le han ganado 30 años a sus intereses. Ahora quedan los últimos retoques al nuevo marco social: un poco más de privatizaciones por aquí, un poco menos de gasto público por allá y voilà: su obra estará concluida. Cuando el calendario marque cualquier día del año 2014, pero nuestras vidas hayan retrocedido hasta finales de los años setenta, decretarán el fin de la crisis y escucharemos por la radio las últimas condiciones de nuestra rendición.